Nombre de la Ponencia: apoyo a escenarios de construcción de paz con enfoque de niñez, adolescencia y juventud.
Autor: Maria Alejandra Tapazco, Equipo Guaviare de la corporación Vínculos
El
objetivo que persigue esta ponencia es presentar la experiencia de trabajo del
Proyecto: “apoyo a escenarios de
construcción de paz con enfoque de niñez, adolescencia y juventud”,
dirigido a estudiantes de los últimos grados de las instituciones educativas Santa Helena (grados 8° y 9°) en Puerto
Cachicamo y La Libertad (grados 10° y
11°) en El Retorno. Este proyecto se desarrolla con el fin de brindar acompañamiento
psicosocial para el fortalecimiento de la construcción de los proyectos de vida,
especialmente en el área vocacional, de los adolescentes y jóvenes de zonas
rurales que han sido afectados por la violencia sociopolítica en el
departamento del Guaviare.
Las
zonas en las que se desarrolla el Proyecto, pese a ser territorios que han sido
escenarios históricos donde se ha desarrollado y ha impactado sistemáticamente
la violencia sociopolítica, tienen marcadas diferencias que es necesario
presentar, para ampliar la visión de los sujetos de interés del Proyecto. Así
por ejemplo, Puerto Cachicamo, es un núcleo Veredal, cuyas vías de acceso -como
sucede en general con el sistema vial terrestre del departamento del Guaviare-
presentan serios problemas por las características propias del terreno; por
tanto el recorrido de la capital del departamento al Puerto es de 5 horas, o
más en época de invierno. En términos económicos, persisten las economías
ilícitas y en segundo reglón se encuentra la ganadería.
Con
respecto al servicio básico de salud, el centro poblado cuenta con un puesto de
salud y una promotora, pero con insuficientes elementos para la atención de
toda la población y escasas brigadas de salud para la atención y prevención de
la enfermedad. En cuanto a la educación, funciona bajo la modalidad de contrato;
esta característica representa desventajas con respecto a los recursos, ya que,
primero, los docentes, por su carácter de contratados, no tienen la permanencia
y continuidad que se requieren para el seguimiento de los procesos de los
estudiantes y, segundo, presenta diversas necesidades materiales, pedagógicas y
tecnológicas que restan condiciones para el mejoramiento educativo, debido a la
imposibilidad legal de contar con otros recursos que sí reciben los
establecimientos oficiales no contratados.
En
relación a la Inspección de La Libertad, paulatinamente en el territorio se ha
logrado ofrecer a sus habitantes condiciones básicas, como vías de acceso
consolidadas (gracias a estar ubicada en una vía nacional), que trae beneficios
para la economía del lugar, mejorando la conexión terrestre con la capital del
departamento. Respecto a servicios básicos, cuentan con agua potable,
interconexión eléctrica, servicio de salud con atención médica y mayores
elementos para la atención a la población; existe, además, un centro especializado
de atención y cuidado a la primera infancia. La Institución Educativa ofrece
educación media y articulación con la educación técnica, y sus buenos
resultados académicos dan cuenta de un trabajo constante por el mejoramiento de
la calidad. Adicional a ello existe una oferta cultural y deportiva que
complementa la formación integral de la niñez y la juventud.
De lo
anterior se destaca que, en el caso de la vereda de Puerto Cachicamo, los
factores estructurales de vulnerabilidad sobresalen con relación a los de la
Inspección de La Libertad; por tanto afectan directamente la elaboración y
puesta en marcha de los sueños y metas de adolescentes y jóvenes de esta zona
y, en buena parte de los casos, son determinantes para obstruir la construcción
de proyectos de vida autónomos que no dependan de las limitaciones y carencias
de los contextos, sino de decisiones informadas y acompañadas por una
estructura social. En La Libertad, en cambio, las posibilidades se incrementan
para los adolescentes y jóvenes, cuyas decisiones para la construcción de sus
proyectos de vida están respaldadas por mayores condiciones para su protección
y desarrollo personal que amplían sus perspectivas de futuro.
Sin
embargo, a pesar de las diferencias enunciadas, se han podido detectar estos factores
de riesgo comunes, desde una mirada psicosocial:
En
las dinámicas familiares:
- Se
evidencia pérdida de las responsabilidades y compromisos de las figuras
parentales y abandono de una de las figuras parentales.
- La
figura de internado genera distancias al “tener que dejar solos” a los hijos para
que ellos puedan estudiar. Esto supone un distanciamiento emocional de las
familias que genera, entre otras, exposición a cualquier tipo de riesgo.
En
las dinámicas comunitarias:
- Dentro
de los espacios educativos, a pesar de los esfuerzos realizados, se siguen
presentando carencias en materiales educativos y otros factores que afectan el
“clima escolar”.
- Las
comunidades educativas se perciben más preocupadas por las condiciones externas
a la prestación del servicio educativo (infraestructura, transporte,
alimentación, etc.) que por el apoyo a la formación de habilidades sociales y
académicas de los estudiantes.
-
Asociado a las economías del conflicto armado, se presenta en la mayoría de los
jóvenes desescolarizados y en algunos escolarizados, el consumo de SPA,
fundamentalmente alcohol.
En
las dinámicas culturales:
- Se
presentan riesgos de género por altos índices de deserción de mujeres, asociada
a factores culturales de tipo patriarcal - machista en donde los hombres se
ponderan en un nivel más alto que las mujeres y donde ellas son relegadas a las
tareas domésticas, al cuidado de los hijos y a la vida en pareja, dejando de
lado lo académico o laboral, porque se considera que no es relevante para el
proyecto de la vida de las mujeres. Esto supone que las adolescentes se vean en
muchos casos obligadas a asumir las tareas de cuidado en el hogar, el cuidado
de los hermanos, establezcan relación.es de pareja a temprana edad, dinámicas
que contribuyen a su desescolarización.
- Las
comunidades no tienen un sentido del cuidado o protección, se presenta
naturalización de dinámicas de violencia sexual, violencia física o incluso
trabajo infantil doméstico, que afecta considerablemente los riesgos en la
consolidación de las metas y proyectos de vida de los jóvenes rurales.
En
las dinámicas políticas:
- No
existe la suficiente presencia institucional en las regiones para satisfacer
los derechos de los estudiantes.
Bajo
este panorama, se lleva a cabo el Proyecto con los y las estudiantes de las
zonas mencionadas y cuyo proceso se abordará desde dos (2) preguntas generadoras
que dan cuenta de la mirada psicosocial de la Corporación Vínculos en el marco
del Proyecto como Socio implementador de ACNUR, y la
apuesta metodológica para fortalecer la construcción de proyectos de vida en
adolescentes y jóvenes rurales con énfasis en la orientación vocacional, y
finalmente a manera de conclusión algunas reflexiones y conclusiones que surgen
de esta experiencia de acompañamiento psicosocial.
¿Por qué es necesario desde la
perspectiva psicosocial hablar de trayectorias de vida EN EL ABORDAJE Y
ACOMPAÑAMIENTO DE LOS proyectos de vida y LA CONSTRUCCIÓN DE LOS perfiles
vocacionales?
“Desde la mirada de la Corporación Vínculos, (…) [se] ubica
el foco de análisis en la relación individuo-contexto y de este modo privilegia
la idea de que como individuos construimos los problemas, los sueños, las
posibilidades en la interacción con otros y que es allí donde tenemos un campo
amplio de acción para transformar o mantener el mundo social y personal que
habitamos”. [1]
En
consonancia con la mirada psicosocial de una relación individuo-contexto, el
trabajo con los jóvenes involucra también la noción de Trayectoria de Vida, planteada por Pierre Bourdieu:
“la noción de
trayectoria como serie de las posiciones sucesivamente ocupadas por un mismo
agente (o un mismo grupo) en un espacio en sí mismo en movimiento y sometido a
incesantes transformaciones. Tratar de comprender una vida como una serie única
y suficiente en sí de acontecimientos sucesivos sin más vínculo que la
asociación a un «sujeto» cuya constancia no es sin duda más que la de un nombre
propio, es más o menos igual de absurdo que tratar de dar razón de un trayecto en
el metro sin tener en cuenta la estructura de la red, es decir la matriz de las
relaciones objetivas entre las diferentes estaciones (…)”.[2]
Hablar de Trayectoria
de Vida, permite ampliar la perspectiva unidireccional de la que instaura
la noción de proyecto de vida, entendida como un conjunto de sucesos o etapas
de desarrollo vital, necesarias para la búsqueda de un sentido o un fin en sí
mismo. La noción de Trayectoria de Vida
vincula las experiencias de los jóvenes en los diferentes momentos de su vida
-el pasado, el presente y el futuro-, como una amalgama de relaciones
significativas, que configuran las relaciones con la familia, los amigos, la
comunidad y el entorno escolar que interactúan constantemente con el
interrogante por el Yo. Para ilustrar esta situación es oportuno mencionar la
respuesta de uno de los participantes del Proyecto, quien en la evaluación de
las actividades, ante la pregunta ¿Cómo te sentiste en las actividades? Escribe
lo siguiente: sentí “Una felicidad de
saber lo que los demás piensan de mí y lo que mi conciencia piensa de mí”.
La Trayectoria
de Vida convoca a los jóvenes a pensar no solamente en el futuro como un
espacio temporal indeterminado y azaroso, que además les genera en algunos
casos indiferencia, o angustia en muchos otros, por los interrogantes que
surgen y las decisiones que se deben tomar, sino que los ubica en una posición
autorreferencial que vincula sus experiencias en el pasado y en el presente con
los sueños, metas y visión de futuro que se podrán plantear de una manera un
poco más comprensiva y consciente; al tiempo que les permite la construcción de
narrativas alternativas sobre su identidad, en tanto ser individual como ser
social.
Un ejemplo sería apropiado para comprender esta noción
de Trayectoria de Vida y su
diferencia con el proyecto de vida. Un estudiante de Puerto Cachicamo puede,
perfectamente, proyectar con facilidad su futuro como técnico o profesional en
algún área; para ello solo deberá tener en cuenta sus gustos y posibilidades reales.
En esa medida, se planteará preguntas como ¿me gustaría hacer eso?, o ¿tengo
los medios para lograrlo? Es claro, entonces, que el proyecto de vida es
unidireccional, tiene en cuenta casi que exclusivamente al sujeto y su voluntad
de hacer y de poder, más allá de comprender qué sentido hay detrás de esta
voluntad. Este mismo estudiante de Puerto Cachicamo, desde una visualización de
su Trayectoria de Vida, no solo
tendrá en cuenta sus preferencias vocacionales, sino que considerará los
múltiples factores asociados a sus contextos relacionales, a su historia, a sus
sueños, a sus imaginarios, incluso a sus temores y prejuicios, para tomar
decisiones que involucren su historia personal, pero al mismo tiempo le
permitan tener un sentido crítico de la misma y si es necesario resignificarla
a favor de construir una visión de futuro autónoma y digna.
En este sentido la orientación vocacional y la
elaboración de perfiles vocacionales, va más allá de que los jóvenes
identifiquen sus preferencias vocacionales y establezcan una metas para lograr
una formación técnica, tecnológica o profesional, y con esto “logren ser
alguien en la vida”, como comúnmente se suele decir ante estos planteamientos
de futuro, sino que implica un proceso sistemático de elección que integra la
comprensión de sentimientos de identidad[3] y la toma de decisiones que van más allá de las
preferencias vocacionales, consolidación de una identidad vocacional integrada
por la visión de sí mismo y su desempeño en una sociedad. Esta elección no está
aislada de la historia personal y no es tomada en último momento por fuerza,
ante la necesidad de tomar una decisión para dar continuidad inmediata a un
ciclo educativo más especializado.
¿Qué
elementos son importantes para definir trayectorias de vida en paz para los
jóvenes rurales del Guaviare?
Esta segunda pregunta se plantea en función de
presentar los elementos que integran la propuesta metodológica del
Proyecto, que privilegia el ámbito
educativo, como escenario protector, a partir del cual se pueden generar
múltiples prácticas que propician acciones afirmativas para la promoción y
garantía de los derechos de la niñez, la adolescencia y la juventud en
condición de vulnerabilidad de zonas rurales y rurales dispersas del
departamento, que han sido epicentro de la violencia sociopolítica del país.
De tal manera que el Proyecto busca contribuir a la
construcción de escenarios de paz territorial, mediante el impulso para el
ingreso de los adolescentes y jóvenes a la educación técnica, tecnológica o
superior, mediante el acompañamiento psicosocial, una comprensión y
resignificación de sus Trayectorias de
Vida y la construcción de proyectos
de futuro, con los siguientes elementos: La construcción de diagnósticos
participativos, con instrumentos técnicos y vivenciales que permitieron recoger
los relatos de los adolescentes y jóvenes de su visión de territorio y de las
relaciones establecidas con los adultos en diversos entornos como familia,
escuela, comunidad e institucionalidad, cuyo resultado, además del diagnóstico
poblacional, fue la lectura participativa de cada contexto y la reflexión acerca
de dónde me ubico para empezar a hablar de mi trayectoria de vida.
El uso de un lenguaje metafórico para propiciar en los
estudiantes miradas retrospectivas, actuales y proyectivas de como seres
individuales y sociales, y la reflexión frente a las experiencias
significativas que se interrelacionan, se transforman y otorgan un sentido la
historia personal. Una ejemplo de esto es la actividad, denominada “La Maleta”
con la que exploraban elementos personales y contextuales que han aportado a la
construcción de sus vidas (pasado) y desde esa perspectiva realizarán un viaje,
quizás uno de los más importantes de sus vidas, para ello se inicia con la
preparación y organización de sus
maletas con diferentes elementos simbólicos, como recursos existentes,
experiencias significativas, habilidades y capacidades para lograr sus metas.
La generación de espacios para propiciar la
construcción de la identidad vocacional, a través de mapeos ocupacionales que
buscaban sondear la forma en cómo los estudiantes se vinculan con las carreras
u ocupaciones, no solo desde sus preferencias vocacionales, sino también desde
su vinculación con diferentes espacios, personales, familiares, socioeconómico
y culturales.
Se proyecta un listado de ocupaciones y se les propone
a los participantes que mirando el listado, construyan un mapa personal de
ocupaciones, en una cartulina, en la que ubicaran en el centro su nombre y de
allí se desprenden cuatro (4) grupos o familias de ocupaciones, teniendo en
cuenta las siguientes categorías:
La generación de espacios para promover la reflexión y
el debate acerca de dilemas éticos que se presentan en las historias
personales, en la proyección de futuro y las apuestas personales para la
transformación social.
El monitoreo y la formulación de espacios para la
reflexión de la igualdad de género y la resolución pacífica de los conflictos. A
través de metodologías reflexivas para que puedan verse como hombre y mujeres
en sus contextos familiares, comunitarios, culturales, políticos y económicos y
cómo se van a enfrentar a las barreras que imponen los contextos.
Reflexiones
y recomendaciones
Para
finalizar, es importante mencionar reflexiones y recomendaciones que surgen de
la experiencia de trabajo con los jóvenes.
Construir
escuelas seguras[4]
y protectoras es un esfuerzo de largo aliento en el que la comunidad educativa
(estudiantes, docentes, institucionalidad y padres de familia) pueden trabajar
en conjunto para fortalecer la autonomía y las decisiones de los jóvenes
rurales a través de Trayectorias de Vida en paz. Desde la experiencia y apuesta
metodológica de la Corporación Vínculos, y tras la experiencia en la
implementación de este proceso como socios de ACNUR, queremos invitarlos e
invitarlas respetuosamente, a reflexionar y apropiarse de los aprendizajes que
compartimos el día de hoy, promoviendo un diálogo público en las comunidades
educativa del departamento:
- Fortalecer
relaciones de confianza para la expresión de sus opiniones y emociones,
ayudando a la construcción de identidad social, a partir de procesos reflexivos
que permitan afianzar las relaciones positivas del grupo y resignificar las
relaciones negativas que limitan la construcción de tejido social, como punto
de partida para el desarrollo de las actividades.
-
Brindar acompañamiento psicosocial para el cuidado de los docentes y directivos
docentes, en la medida en que sus trayectorias de vida inciden en la
construcción de los proyectos de vida de los y las estudiantes.
-Es
válido mencionar que el Proyecto no solo contempla los encuentros en el aula,
sino que además busca el impulso de iniciativas comunitarias y familiares para
afianzar relaciones de protección y cuidado, por parte de padres, madres de
familia, cuidadores y comunidad, alrededor de los niños, niñas, adolescentes y
jóvenes.
Así
mismo se busca generar estrategias pedagógicas que fomenten habilidades de
liderazgo en los jóvenes, a través de espacios y herramientas participación que
fomenten e impulsen el liderazgo de los jóvenes rurales en la construcción de
sus trayectorias de vida.
-
Incorporar el enfoque de género en las actividades que involucren la reflexión
de trayectorias de vida, ya que como se mencionó anteriormente, este tema
supone un factor de riesgo que afecta a las niñas, adolescentes y jóvenes, así
mismo integrar temas relacionados a nuevas masculinidades que permitan
consolidar relaciones de género más equitativas. Esto se puede trabajar
articuladamente con áreas o asignaturas como lenguaje y comunicación, ciencias
sociales, ética y valores y cátedra de paz.
[1] Penagos, M., Martínez. E., & Arévalo L. (2009). “Acompañamiento psicosocial en contextos de
violencia sociopolítica”. Bogotá D.C.
[2] Bourdieu, P. (1989). “La
Ilusión Biográfica”. Disponible en file:///D:/Maleja/Downloads/29460-61481-1-PB.pdf.
Recuperado el 20 de agosto de 2016.
[3] Los sentimientos de identidad son:
“Unidad y
coherencia: En la medida en que entendemos la personalidad como una
organización única lograda a través de la historia del individuo, todo cambio
produce variaciones en la configuración total.
Mismidad:
Es un sentimiento muy ligado a los anteriores, parte de reconocerse a sí mismo
en el tiempo y en el espacio y se proyecta la necesidad de ser reconocido por
los demás
Continuidad
y persistencia: Se define por la dimensión temporal de reconocerse a través de
los cambios”. López. R. (1987). “La orientación vocacional como proceso”. Buenos
Aires: El Ateneo.
[4] UNICEF. (2008). Escuela segura en territorio seguro. Disponible en http://www.eird.org/publicaciones/escuela-segura.pdf
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