jueves, 1 de septiembre de 2016

Apoyo a escenarios de construcción de paz con enfoque de niñez, adolescencia y juventud.


Nombre de la Ponencia: apoyo a escenarios de construcción de paz con enfoque de niñez, adolescencia y juventud.

Autor: Maria Alejandra Tapazco, Equipo Guaviare de la corporación Vínculos

El objetivo que persigue esta ponencia es presentar la experiencia de trabajo del Proyecto: “apoyo a escenarios de construcción de paz con enfoque de niñez, adolescencia y juventud”, dirigido a estudiantes de los últimos grados de las instituciones educativas Santa Helena (grados 8° y 9°) en Puerto Cachicamo y La Libertad (grados 10° y 11°) en El Retorno. Este proyecto se desarrolla con el fin de brindar acompañamiento psicosocial para el fortalecimiento de la construcción de los proyectos de vida, especialmente en el área vocacional, de los adolescentes y jóvenes de zonas rurales que han sido afectados por la violencia sociopolítica en el departamento del Guaviare.

Las zonas en las que se desarrolla el Proyecto, pese a ser territorios que han sido escenarios históricos donde se ha desarrollado y ha impactado sistemáticamente la violencia sociopolítica, tienen marcadas diferencias que es necesario presentar, para ampliar la visión de los sujetos de interés del Proyecto. Así por ejemplo, Puerto Cachicamo, es un núcleo Veredal, cuyas vías de acceso -como sucede en general con el sistema vial terrestre del departamento del Guaviare- presentan serios problemas por las características propias del terreno; por tanto el recorrido de la capital del departamento al Puerto es de 5 horas, o más en época de invierno. En términos económicos, persisten las economías ilícitas y en segundo reglón se encuentra la ganadería.

Con respecto al servicio básico de salud, el centro poblado cuenta con un puesto de salud y una promotora, pero con insuficientes elementos para la atención de toda la población y escasas brigadas de salud para la atención y prevención de la enfermedad. En cuanto a la educación, funciona bajo la modalidad de contrato; esta característica representa desventajas con respecto a los recursos, ya que, primero, los docentes, por su carácter de contratados, no tienen la permanencia y continuidad que se requieren para el seguimiento de los procesos de los estudiantes y, segundo, presenta diversas necesidades materiales, pedagógicas y tecnológicas que restan condiciones para el mejoramiento educativo, debido a la imposibilidad legal de contar con otros recursos que sí reciben los establecimientos oficiales no contratados.

En relación a la Inspección de La Libertad, paulatinamente en el territorio se ha logrado ofrecer a sus habitantes condiciones básicas, como vías de acceso consolidadas (gracias a estar ubicada en una vía nacional), que trae beneficios para la economía del lugar, mejorando la conexión terrestre con la capital del departamento. Respecto a servicios básicos, cuentan con agua potable, interconexión eléctrica, servicio de salud con atención médica y mayores elementos para la atención a la población; existe, además, un centro especializado de atención y cuidado a la primera infancia. La Institución Educativa ofrece educación media y articulación con la educación técnica, y sus buenos resultados académicos dan cuenta de un trabajo constante por el mejoramiento de la calidad. Adicional a ello existe una oferta cultural y deportiva que complementa la formación integral de la niñez y la juventud.

De lo anterior se destaca que, en el caso de la vereda de Puerto Cachicamo, los factores estructurales de vulnerabilidad sobresalen con relación a los de la Inspección de La Libertad; por tanto afectan directamente la elaboración y puesta en marcha de los sueños y metas de adolescentes y jóvenes de esta zona y, en buena parte de los casos, son determinantes para obstruir la construcción de proyectos de vida autónomos que no dependan de las limitaciones y carencias de los contextos, sino de decisiones informadas y acompañadas por una estructura social. En La Libertad, en cambio, las posibilidades se incrementan para los adolescentes y jóvenes, cuyas decisiones para la construcción de sus proyectos de vida están respaldadas por mayores condiciones para su protección y desarrollo personal que amplían sus perspectivas de futuro.

Sin embargo, a pesar de las diferencias enunciadas, se han podido detectar estos factores de riesgo comunes, desde una mirada psicosocial:

En las dinámicas familiares:

- Se evidencia pérdida de las responsabilidades y compromisos de las figuras parentales y abandono de una de las figuras parentales.
- La figura de internado genera distancias al “tener que dejar solos” a los hijos para que ellos puedan estudiar. Esto supone un distanciamiento emocional de las familias que genera, entre otras, exposición a cualquier tipo de riesgo.
En las dinámicas comunitarias:
- Dentro de los espacios educativos, a pesar de los esfuerzos realizados, se siguen presentando carencias en materiales educativos y otros factores que afectan el “clima escolar”.
- Las comunidades educativas se perciben más preocupadas por las condiciones externas a la prestación del servicio educativo (infraestructura, transporte, alimentación, etc.) que por el apoyo a la formación de habilidades sociales y académicas de los estudiantes.
- Asociado a las economías del conflicto armado, se presenta en la mayoría de los jóvenes desescolarizados y en algunos escolarizados, el consumo de SPA, fundamentalmente alcohol.
En las dinámicas culturales:
- Se presentan riesgos de género por altos índices de deserción de mujeres, asociada a factores culturales de tipo patriarcal - machista en donde los hombres se ponderan en un nivel más alto que las mujeres y donde ellas son relegadas a las tareas domésticas, al cuidado de los hijos y a la vida en pareja, dejando de lado lo académico o laboral, porque se considera que no es relevante para el proyecto de la vida de las mujeres. Esto supone que las adolescentes se vean en muchos casos obligadas a asumir las tareas de cuidado en el hogar, el cuidado de los hermanos, establezcan relación.es de pareja a temprana edad, dinámicas que contribuyen a su desescolarización.
- Las comunidades no tienen un sentido del cuidado o protección, se presenta naturalización de dinámicas de violencia sexual, violencia física o incluso trabajo infantil doméstico, que afecta considerablemente los riesgos en la consolidación de las metas y proyectos de vida de los jóvenes rurales.
En las dinámicas políticas:
- No existe la suficiente presencia institucional en las regiones para satisfacer los derechos de los estudiantes.

Bajo este panorama, se lleva a cabo el Proyecto con los y las estudiantes de las zonas mencionadas y cuyo proceso se abordará desde dos (2) preguntas generadoras que dan cuenta de la mirada psicosocial de la Corporación Vínculos en el marco del Proyecto como Socio implementador de ACNUR,  y  la apuesta metodológica para fortalecer la construcción de proyectos de vida en adolescentes y jóvenes rurales con énfasis en la orientación vocacional, y finalmente a manera de conclusión algunas reflexiones y conclusiones que surgen de esta experiencia de acompañamiento psicosocial.  

¿Por qué es necesario desde la perspectiva psicosocial hablar de trayectorias de vida EN EL ABORDAJE Y ACOMPAÑAMIENTO DE LOS proyectos de vida y LA CONSTRUCCIÓN DE LOS perfiles vocacionales?

“Desde la mirada de la Corporación Vínculos, (…) [se] ubica el foco de análisis en la relación individuo-contexto y de este modo privilegia la idea de que como individuos construimos los problemas, los sueños, las posibilidades en la interacción con otros y que es allí donde tenemos un campo amplio de acción para transformar o mantener el mundo social y personal que habitamos”. [1]

En consonancia con la mirada psicosocial de una relación individuo-contexto, el trabajo con los jóvenes involucra también la noción de Trayectoria de Vida, planteada por Pierre Bourdieu:

“la noción de trayectoria como serie de las posiciones sucesivamente ocupadas por un mismo agente (o un mismo grupo) en un espacio en sí mismo en movimiento y sometido a incesantes transformaciones. Tratar de comprender una vida como una serie única y suficiente en sí de acontecimientos sucesivos sin más vínculo que la asociación a un «sujeto» cuya constancia no es sin duda más que la de un nombre propio, es más o menos igual de absurdo que tratar de dar razón de un trayecto en el metro sin tener en cuenta la estructura de la red, es decir la matriz de las relaciones objetivas entre las diferentes estaciones (…)”.[2]

Hablar de Trayectoria de Vida, permite ampliar la perspectiva unidireccional de la que instaura la noción de proyecto de vida, entendida como un conjunto de sucesos o etapas de desarrollo vital, necesarias para la búsqueda de un sentido o un fin en sí mismo. La noción de Trayectoria de Vida vincula las experiencias de los jóvenes en los diferentes momentos de su vida -el pasado, el presente y el futuro-, como una amalgama de relaciones significativas, que configuran las relaciones con la familia, los amigos, la comunidad y el entorno escolar que interactúan constantemente con el interrogante por el Yo. Para ilustrar esta situación es oportuno mencionar la respuesta de uno de los participantes del Proyecto, quien en la evaluación de las actividades, ante la pregunta ¿Cómo te sentiste en las actividades? Escribe lo siguiente: sentí “Una felicidad de saber lo que los demás piensan de mí y lo que mi conciencia piensa de mí”.

La Trayectoria de Vida convoca a los jóvenes a pensar no solamente en el futuro como un espacio temporal indeterminado y azaroso, que además les genera en algunos casos indiferencia, o angustia en muchos otros, por los interrogantes que surgen y las decisiones que se deben tomar, sino que los ubica en una posición autorreferencial que vincula sus experiencias en el pasado y en el presente con los sueños, metas y visión de futuro que se podrán plantear de una manera un poco más comprensiva y consciente; al tiempo que les permite la construcción de narrativas alternativas sobre su identidad, en tanto ser individual como ser social.

Un ejemplo sería apropiado para comprender esta noción de Trayectoria de Vida y su diferencia con el proyecto de vida. Un estudiante de Puerto Cachicamo puede, perfectamente, proyectar con facilidad su futuro como técnico o profesional en algún área; para ello solo deberá tener en cuenta sus gustos y posibilidades reales. En esa medida, se planteará preguntas como ¿me gustaría hacer eso?, o ¿tengo los medios para lograrlo? Es claro, entonces, que el proyecto de vida es unidireccional, tiene en cuenta casi que exclusivamente al sujeto y su voluntad de hacer y de poder, más allá de comprender qué sentido hay detrás de esta voluntad. Este mismo estudiante de Puerto Cachicamo, desde una visualización de su Trayectoria de Vida, no solo tendrá en cuenta sus preferencias vocacionales, sino que considerará los múltiples factores asociados a sus contextos relacionales, a su historia, a sus sueños, a sus imaginarios, incluso a sus temores y prejuicios, para tomar decisiones que involucren su historia personal, pero al mismo tiempo le permitan tener un sentido crítico de la misma y si es necesario resignificarla a favor de construir una visión de futuro autónoma y digna.

En este sentido la orientación vocacional y la elaboración de perfiles vocacionales, va más allá de que los jóvenes identifiquen sus preferencias vocacionales y establezcan una metas para lograr una formación técnica, tecnológica o profesional, y con esto “logren ser alguien en la vida”, como comúnmente se suele decir ante estos planteamientos de futuro, sino que implica un proceso sistemático de elección que integra la comprensión de sentimientos de identidad[3] y la toma de decisiones que van más allá de las preferencias vocacionales, consolidación de una identidad vocacional integrada por la visión de sí mismo y su desempeño en una sociedad. Esta elección no está aislada de la historia personal y no es tomada en último momento por fuerza, ante la necesidad de tomar una decisión para dar continuidad inmediata a un ciclo educativo más especializado.

¿Qué elementos son importantes para definir trayectorias de vida en paz para los jóvenes rurales del Guaviare?

Esta segunda pregunta se plantea en función de presentar los elementos que integran la propuesta metodológica del Proyecto,  que privilegia el ámbito educativo, como escenario protector, a partir del cual se pueden generar múltiples prácticas que propician acciones afirmativas para la promoción y garantía de los derechos de la niñez, la adolescencia y la juventud en condición de vulnerabilidad de zonas rurales y rurales dispersas del departamento, que han sido epicentro de la violencia sociopolítica del país.

De tal manera que el Proyecto busca contribuir a la construcción de escenarios de paz territorial, mediante el impulso para el ingreso de los adolescentes y jóvenes a la educación técnica, tecnológica o superior, mediante el acompañamiento psicosocial, una comprensión y resignificación de sus Trayectorias de Vida  y la construcción de proyectos de futuro, con los siguientes elementos: La construcción de diagnósticos participativos, con instrumentos técnicos y vivenciales que permitieron recoger los relatos de los adolescentes y jóvenes de su visión de territorio y de las relaciones establecidas con los adultos en diversos entornos como familia, escuela, comunidad e institucionalidad, cuyo resultado, además del diagnóstico poblacional, fue la lectura participativa de cada contexto y la reflexión acerca de dónde me ubico para empezar a hablar de mi trayectoria de vida.

El uso de un lenguaje metafórico para propiciar en los estudiantes miradas retrospectivas, actuales y proyectivas de como seres individuales y sociales, y la reflexión frente a las experiencias significativas que se interrelacionan, se transforman y otorgan un sentido la historia personal. Una ejemplo de esto es la actividad, denominada “La Maleta” con la que exploraban elementos personales y contextuales que han aportado a la construcción de sus vidas (pasado) y desde esa perspectiva realizarán un viaje, quizás uno de los más importantes de sus vidas, para ello se inicia con la preparación y organización de  sus maletas con diferentes elementos simbólicos, como recursos existentes, experiencias significativas, habilidades y capacidades para lograr sus metas.

La generación de espacios para propiciar la construcción de la identidad vocacional, a través de mapeos ocupacionales que buscaban sondear la forma en cómo los estudiantes se vinculan con las carreras u ocupaciones, no solo desde sus preferencias vocacionales, sino también desde su vinculación con diferentes espacios, personales, familiares, socioeconómico y culturales.

Se proyecta un listado de ocupaciones y se les propone a los participantes que mirando el listado, construyan un mapa personal de ocupaciones, en una cartulina, en la que ubicaran en el centro su nombre y de allí se desprenden cuatro (4) grupos o familias de ocupaciones, teniendo en cuenta las siguientes categorías: 

La generación de espacios para promover la reflexión y el debate acerca de dilemas éticos que se presentan en las historias personales, en la proyección de futuro y las apuestas personales para la transformación social. 

El monitoreo y la formulación de espacios para la reflexión de la igualdad de género y la resolución pacífica de los conflictos. A través de metodologías reflexivas para que puedan verse como hombre y mujeres en sus contextos familiares, comunitarios, culturales, políticos y económicos y cómo se van a enfrentar a las barreras que imponen los contextos.

Reflexiones y recomendaciones

Para finalizar, es importante mencionar reflexiones y recomendaciones que surgen de la experiencia de trabajo con los jóvenes.

Construir escuelas seguras[4] y protectoras es un esfuerzo de largo aliento en el que la comunidad educativa (estudiantes, docentes, institucionalidad y padres de familia) pueden trabajar en conjunto para fortalecer la autonomía y las decisiones de los jóvenes rurales a través de Trayectorias de Vida en paz. Desde la experiencia y apuesta metodológica de la Corporación Vínculos, y tras la experiencia en la implementación de este proceso como socios de ACNUR, queremos invitarlos e invitarlas respetuosamente, a reflexionar y apropiarse de los aprendizajes que compartimos el día de hoy, promoviendo un diálogo público en las comunidades educativa del departamento:

- Fortalecer relaciones de confianza para la expresión de sus opiniones y emociones, ayudando a la construcción de identidad social, a partir de procesos reflexivos que permitan afianzar las relaciones positivas del grupo y resignificar las relaciones negativas que limitan la construcción de tejido social, como punto de partida para el desarrollo de las actividades.
- Brindar acompañamiento psicosocial para el cuidado de los docentes y directivos docentes, en la medida en que sus trayectorias de vida inciden en la construcción de los proyectos de vida de los y las estudiantes.
-Es válido mencionar que el Proyecto no solo contempla los encuentros en el aula, sino que además busca el impulso de iniciativas comunitarias y familiares para afianzar relaciones de protección y cuidado, por parte de padres, madres de familia, cuidadores y comunidad, alrededor de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
Así mismo se busca generar estrategias pedagógicas que fomenten habilidades de liderazgo en los jóvenes, a través de espacios y herramientas participación que fomenten e impulsen el liderazgo de los jóvenes rurales en la construcción de sus trayectorias de vida.
- Incorporar el enfoque de género en las actividades que involucren la reflexión de trayectorias de vida, ya que como se mencionó anteriormente, este tema supone un factor de riesgo que afecta a las niñas, adolescentes y jóvenes, así mismo integrar temas relacionados a nuevas masculinidades que permitan consolidar relaciones de género más equitativas. Esto se puede trabajar articuladamente con áreas o asignaturas como lenguaje y comunicación, ciencias sociales, ética y valores y cátedra de paz.




[1] Penagos, M., Martínez. E., & Arévalo L. (2009). “Acompañamiento psicosocial en contextos de violencia sociopolítica”. Bogotá D.C.
[2] Bourdieu, P. (1989). “La Ilusión Biográfica”. Disponible en file:///D:/Maleja/Downloads/29460-61481-1-PB.pdf. Recuperado el 20 de agosto de 2016.
[3] Los sentimientos de identidad son:
“Unidad y coherencia: En la medida en que entendemos la personalidad como una organización única lograda a través de la historia del individuo, todo cambio produce variaciones en la configuración total.
Mismidad: Es un sentimiento muy ligado a los anteriores, parte de reconocerse a sí mismo en el tiempo y en el espacio y se proyecta la necesidad de ser reconocido por los demás
Continuidad y persistencia: Se define por la dimensión temporal de reconocerse a través de los cambios”.  López. R. (1987). “La orientación vocacional como proceso”. Buenos Aires: El Ateneo.
[4] UNICEF. (2008). Escuela segura en territorio seguro. Disponible en http://www.eird.org/publicaciones/escuela-segura.pdf  

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